viernes, 31 de julio de 2015

Curiosidades Históricas - Cuestión de familia


Si os digo que podemos afirmar sin ningún atisbo de duda que el actor Clint Eastwood y el ex presidente de los Estados Unidos George W. Bush están emparentados. ¿Qué me responderíais? ¿Qué es una locura? Pues bueno, puede ser, pero más locura es si sigo añadiendo nombres, la gran mayoría nombres importantes de la historia de los Estados Unidos. Por ejemplo Joseph Smith, fundador de los Mormones, Benedict Arnold, general de la Guerra de la Independencia Americana, el presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosvelt, el financiero J.P. Morgan o incluso el general de la Guerra de Secesión Ulysses S. Grant (de Grant hay otra anécdota curiosa, su nombre real era Hiram Ulysses, pero al entrar en el Ejercito hubo una confusión y fue más fácil aceptar su nuevo nombre que tratar de que el Ejercito rectificara.) Y la lista de familia sigue… Pasando por 6 presidentes de los Estados Unidos, varios gobernadores, senadores, líderes de la CIA, cardenales, directores de Harvard, profesores de universidad o artistas.

Y si, todos los nombres que he escrito arriba  comparten sangre y son familiares. No precisamente cercanos, pero si familiares. ¿Increíble verdad? En realidad la explicación es relativamente sencilla, siempre se ha dicho que Estados Unidos es un país de inmigrantes, donde nadie en realidad es nativo allí y todos, más tarde o más temprano, desembarcaron de un barco para empezar una nueva vida allí. Esto explica en gran manera el motivo por el cual toda esta gente tiene lazos familiares. Pero hay que tener algo en cuenta, hasta la gran explosión de inmigrantes que se produjo a finales del S. XIX la población que recibían los Estados Unidos (o las Trece Colonias antes de independizarse) era reducida para lo que era su tamaño y las pequeñas comunidades que se formaban acababan cayendo en la endogamia cual Austrias Españoles. No por cuestiones políticas, sino por necesidad.

El mejor ejemplo de lo que digo es el primer censo que se produjo tras la independencia. En aquellos momentos en el territorio de las Trece Colinas, muy superior a cualquier país europeo exceptuando Rusia, solo vivían algo menos de cuatro millones de personas, siendo casi un millón esclavos negros. Por ejemplo en Gran Bretaña vivían, por aquel entonces, nueve millones de personas. Esto hace que las relaciones familiares existentes sean muy grandes y es lo que permite casos como este. Casi 80.000 norteamericanos actuales descienden directamente de un solo hombre, un pastor congregacionista que llego a Massachussets en 1634 llamado John Lothropp.

Lothropp, puritano, llegó a las colonias norteamericanas, como tantos otros, huyendo de la intolerancia religiosa que se vivía en Gran Bretaña. Una vez allí se instaló en Massachussets, más concretamente en Plymouth, y allí se volvió a casar (había perdido una mujer en Inglaterra, tras una enfermedad) y tuvo, en total, 13 hijos, lo cual permite acabar teniendo 80.000 descendientes con bastante facilidad.

Lo curioso de esta historia no es obviamente el número, no es algo extraño, sino que sea algo conocido y que dentro de sus descendientes haya tantas personas importantes y reconocidas. Supongo que el asentarse en Massachussets, una zona poblada y muy importante como líder de Nueva Inglaterra, región donde se situó gran parte del poder en la época, ayuda a que la importancia de sus sucesores sea mayor. Y es que es curioso observar como los lazos de sangre con el correr de los siglos pueden hacerse tan largos y amplios. Verdaderamente, al final, todos somos hermanos en cierta forma.