lunes, 6 de abril de 2015

Rolando y Bremen


Hoy vuelvo a escribir tras varios días lejos del teclado, y lo hago desde la ciudad de Bremen, en Alemania, donde he venido a ver a @OlgaBallester92. Para quien no lo sepa hago un pequeño resumen, Bremen, oficialmente Ciudad Libre Hanseática de Bremen es una ciudad-estado alemana (junto a su puerto, que esta 60 km al norte de ella, Bremerhaven) que se encuentra en el noroeste del país, junto al Rio Weser y relativamente cerca de los Países Bajos y del Mar del Norte. A decir verdad me está encantando la ciudad, y otras cercanas como Hamburgo, y ya os aviso que vais a ver varios artículos relacionados con este viaje, siendo este el primero.

Antes de nada he de decir que para mí este viaje está siendo muy ilustrativo, me enamore del norte de Alemania y de la Liga Hanseática (de la que hablaremos en otro momento) gracias al Patrician III durante mi infancia y desde entonces Bremen, Hamburgo y Lübeck (a la que no visitaré por desgracia) han sido ciudades marcadas en rojo para mí; por lo que este viaje esta siendo una maravilla. Y además estoy aprendiendo muchas curiosidades e historias que espero poder contar más pronto que tarde en el blog. Esta es la primera.

El protector de la libertad


En el centro de la Marktplatz de Bremen, justo enfrente de su ayuntamiento y mirando hacia la catedral se encuentra la Estatua de Rolando, un monumento de algo más de 10 metros hecho en piedra caliza y arenisca y nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004. Es un monumento erigido en 1404 por los ricoshombres que gobernaban la ciudad por aquel entonces y representa la libertad de las ciudades dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, aunque ha sido exportada por todo el mundo y  no es extraño encontrarla en otras ciudades como Riga o Dubrovnik.

Para entender todo lo relacionado con dicha estatua y su importancia para la ciudad hay que retroceder en el tiempo, y es que la Alta Edad Media fue un continuo luchar de la ciudad por alcanzar su independencia del Principe-Arzobispo de Bremen, que deseaba controlarla. Este conflicto llegó a su cenit en el S. XIV, cuando el Alberto II de Brunswick alcanzó el arzobispado en 1360. Mas príncipe que arzobispo Alberto II fue un hombre capaz y al llegar al poder consiguió aumentar su base territorial sometiendo a las ciudades vecinas, incluso trato de aprovechar los problemas internos de Bremen para doblegarla, pero no fue posible.

En 1366 un grupo de notables de la ciudad fue expulsado de ella por el Consejo de la Ciudad y estos pidieron ayuda al Príncipe-Arzobispo, que acudió encantado a ofrecerla. Pero como suele ocurrir en estos casos, cuando una facción en disputa pide ayuda al exterior en una guerra civil el recién llegado acaba haciéndose con todo. Eso fue lo que paso el 29 de Mayo de 1366, las tropas de Alberto II tomaron la ciudad, la saquearon y colocaron en lugar del viejo consejo uno nuevo que le fuera fiel. No contento con ello obligo a la entrega de 20.000 marcos y quemo la vieja estatua de Rolando, símbolo de la libertad de la ciudad, y que por aquel entonces era de madera.

Poco tiempo después la estrella de Alberto II terminó y en 1380 la ciudad no solo recupero su independencia, sino que aumento su territorio a costa del arzobispado, sumando diversos castillos a su poder.  Esto permitió a la ciudad recuperar su prosperidad gracias al comercio con la Liga Hanseática; lo que hizo que en 1404 la estatua de Rolando fuera reconstruida, pero esta vez de piedra, ocupando su lugar frente a la Catedral para defender la ciudad de los ataques de la Iglesia.

Cuenta la leyenda que la ciudad de Bremen será libre mientras Rolando siga en la plaza; por lo que el Ayuntamiento de Bremen conserva un copia en sus sótanos, lista para sustituir a la original si ocurriera algún problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario