miércoles, 7 de enero de 2015

¿Qué fue de Kiko Femenía?


Hace una semana alguien comento en Twitter algo sobre Kiko Femenía y me entró la curiosidad por saber que había sido de este futbolista, al que perdí la pista cuando decidió fichar por el Barcelona B hace unos años.

Aparición repentina


Kiko Femenía apareció en Primera División en 2010, tras una gran temporada en la Segunda División en la que ayudo a su equipo, el Hércules de Alicante, a ascender. En el partido de su debut en la élite, frente al Athletic Club en el José Rico Pérez, Kiko sufrió un ataque de ansiedad tras perder varios balones. Le pudo la presión del debut en Primera con el club de sus amores. Esta presión, y su dificultad para soportarla, será una tónica habitual en su carrera hasta el día de hoy. El final del episodio es conocido, con Rufete, actual Director Deportivo del Valencia C.F. calmando y tranquilizando a su compañero desde la banda para que se recuperara, como se ve en el video.



Aquella temporada acabó con el descenso del equipo, pero Kiko había llamado la atención de los grandes equipos del país tras un muy buen trabajo y decidió fichar por el FC Barcelona para jugar en su filial. Jamás entendí esta decisión, había mejores destinos sobre el papel si quería seguir creciendo, uno de ellos el propio Valencia C.F. donde podía haber seguido cerca de casa y jugado en Primera División, pero al final optó por el glamour de la Masía, en la que fue su perdición.

Malas decisiones


Nunca me han gustado los futbolistas así, si soy sincero. Triunfar en estos equipos siendo joven y viniendo desde abajo es prácticamente imposible, porque seamos sinceros, la mentira de la apuesta por la cantera del FC Barcelona ya no se la cree nadie. ¿Cuánto hace que no sacan ningún canterano? En fin. Lo dicho, ese fue el primer gran error de Femenía. No digo que tuviera que haber venido al Valencia, ni mucho menos, simplemente digo que quizá el paso por un equipo medio de Primera División hubiese sido a nivel de crecimiento mucha mejor decisión que irse al filial de un grande.

Pese a todo su primera temporada en el FC Barcelona no fue mala del todo. Disputo muchos partidos a buen nivel en el filial y cumplió con lo esperado. Pero la promesa de subir al primer equipo que había recibido cuando fichó no se cumplió y hastiado decidió abandonar la Ciudad Condal dos temporadas después, en verano de 2013. ¿Cuál fue el problema esta vez? Alegó que no había encontrado sintonía con la directiva y el cuerpo técnico. El problema, más grave, era que las oportunidades en el primer equipo no llegaban y Kiko se fue hundiendo mental y anímicamente bajando con ello su rendimiento.

Su salida del FC Barcelona podía haber sido su salvación de haber obrado con cabeza. De nuevo tenia ofertas de Primera División y había gente que aun confiaba en él y lo veía capaz de aportar cositas en la élite. Pero en una nueva mala decisión decidió irse al Real Madrid, a jugar en el Castilla. Como era de esperar las cosas no salieron y solo disputo cinco partidos antes de salir, el pasado verano, rumbo al paro.


Esperanza


Hasta hace un tiempo Femenía estuvo entrenando con el equipo de su vida, el Hércules de Alicante, que actualmente milita en Segunda División B. Eso sí, descartó que vaya a fichar por ellos y esperaba ofertas para volver a la competición. Sin equipos grandes en los que tirar su carrera esperaba que algún equipo extranjero se fije en él ya que desea “cambiar de aires”. Pero al final llegó al rescate el que fuera su tutor en el Herculés, José Bordalás, que ahora entrena al Alcorcón en Segunda División. Quizá, de haber optado por ese camino hace cuatro años hubiera evitado su calvario.

Una de las curiosidades alrededor de este futbolista es que ha sido usado como arma arrojadiza contra el rival por parte de la prensa madridista y culé tras la salida de los filiales contrarios. Como vemos aquí y aquí. Una enorme metáfora de cómo los dos grandes han hecho mucho daño a un futbolista que prometía en sus inicios.

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